Del conflicto a la colaboración: Estrategias para transformar las relaciones en tu establecimiento

Nuestra experta María Paz Oyarzún, nos comparte algunas reflexiones respecto de cómo construir puentes, superar divisiones y fomentar el entendimiento para transformar las relaciones conflictivas en colaboraciones productivas. 

El conflicto es inherente a la convivencia humana y bien gestionado puede convertirse en una tremenda oportunidad de aprendizaje y formación. Por lo general, las consecuencias del conflicto no provienen del conflicto mismo, sino de cómo este es percibido y manejado por las partes. Enseñar a abordar el conflicto es una de las tareas de la escuela, y ofrece la oportunidad de trabajar un conjunto de habilidades sociemocionales para una convivencia diversa, participativa y democrática. 

¿Cómo resolvemos un conflico?

Cuando enfrentamos un conflicto interpersonal o grupal, las formas de afrontarlo hablan de nuestra visión de mundo y estas pueden ser: 

  • Competitiva, donde perseguimos los objetivos propios sin considerar a los demás. 
  • Evasiva, no afrontando el problema, posponiendo el conflicto.
  • Comprometida, basada en la negociación, en la búsqueda de acuerdos, basada en el pacto y la renuncia parcial al interés personal o grupal. En este caso la solución satisface sólo parcialmente a las partes. 
  • Acomodativa, donde renunciamos a nuestros puntos de vista en favor del otro . 
  • Colaborativa, que implica la incorporación de ambas partes en la búsqueda de un acuerdo que los satisfaga. 

De todas las maneras posibles de resolver un conflicto, la única que considera todos las perspectivas es la colaboración. En esta manera de aproximarse al conflicto, estamos viendo al otro, sin dejar de lado nuestras propias preocupaciones e intereses, buscando y preguntándonos por la posibilidad de una solución que beneficie a las partes. Es una aproximación a la construcción de comunidad.

única que considera todos las perspectivas es la colaboración.
En esta manera de aproximarse al conflicto, estamos viendo

al otro, sin dejar de lado nuestras propias preocupaciones e

intereses, buscando y preguntándonos por la posibilidad de

una solución que beneficie a las partes. Es una aproximación

a la construcción de comunidad.

¿Qué habilidades se ponen en juego para resolver un conflicto basado en la colaboración?

  • Escucha activa: ser capaz de ponerme en sintonía con otro que está en desacuerdo conmigo y escuchar sus razones.
  • Asertividad: ser capaz de expresar mis propias emociones, deseos y puntos de vista.
  • Empatía: comprender la emoción del otro, aún cuando yo no esté sintiendo lo mismo.
  • Toma de perspectiva: entender que el otro construye la realidad desde un punto de vista distinto al mío y que su manera de hacerlo es respetable.
  • Pensamiento constructivo y alternativo: habilidad para co-construir una solución distinta a la inicialmente ideada, integrando los datos e insumos de la otra parte y que implique una salida comunitaria al problema. 

Enseñar a resolver conflictos constructivamente implica trabajar las habilidades  anteriormente señaladas. Este es un proceso en el que a través de conflictos supuestos o reales se intenciona pedagógicamente las capacidades reseñadas.

¿Cómo resolvemos el conflicto?

Una forma es hacerlo a través de la negociación-colaboración, que corresponde a un modo de encarar los conflictos interpersonales o grupales, de modo de buscar, más allá de los intereses o posiciones personales, los intereses comunes que pueden ampliar el espectro de opciones de solución, de modo que todas las partes resulten beneficiadas. En este tipo de abordaje del conflicto, los actores son autónomos en el proceso, buscando activamente la solución en los marcos anteriormente descritos.

La otra forma es la mediación: implica la intervención de un tercero vneutral, y aceptado por ambas partes, quien no tiene poder de decisión sobre el acuerdo al cual se podría eventualmente llegar. La función del mediador es ayudar a las partes a llegar a acuerdo, mediante la conducción de un proceso que apunta a que las partes se encuentren entre sí, expresen sus puntos de vista, construyan el acuerdo y lleguen a la solución del problema.

se asocia a un modo de
encarar los conflictos interpersonales o grupales, de modo

de buscar, más allá de los intereses o posiciones personales,

los intereses comunes que pueden ampliar el espectro de

opciones de solución, de modo que todas las partes resulten

beneficiadas. En este tipo de abordaje del conflicto, los actores

son autónomos en el proceso, buscando activamente la

solución en los marcos anteriormente descritos.

Para finalizar es importante siempre tener presente: 

  • Los conflictos son esperables en la vida en común con otros.
  • Los conflictos son oportunidades para profundizar y desarrollar de mejor manera las relaciones.
  • Los conflictos pueden ser resueltos con voluntad de las partes.
  • El primer paso debiese ser abrir el diálogo y preguntar al otro por su diferencia.

Con-vivir implica co-laborar. En este caso, colaborar para trabajar nuestras diferencias y buscar caminos comunes. Si logramos que nuestros estudiantes lleven a su vida cotidiana estos preceptos, estaremos construyendo una sociedad de ciudadanos autónomos y capaces de vivir democráticamente las diferencias.